Morbo, psicología y riesgos reales
Hay gustos sexuales que casi nadie admite en voz alta, no porque sean raros, sino porque el tabú los volvió invisibles.
Uno de ellos es la excitación provocada por las flatulencias, pedos, gases: su sonido, su olor, el contexto íntimo en el que ocurren y el significado psicológico que pueden tener.
Sí, existe.
No es un invento.
Y no, no estás solo si alguna vez lo has sentido.
I. ¿EXISTE ESTA FILIA? — NOMBRE Y REALIDAD
Desde la sexología, esta filia se conoce como eproctofilia.
La eproctofilia es la excitación sexual provocada por:
- flatulencias
- el sonido
- el olor
- la situación en la que ocurren
- la persona que las emite
No es una filia común, pero sí está documentada dentro de las parafilias no convencionales.
Importante:
👉 Tener curiosidad o excitación ocasional no te convierte automáticamente en alguien con una filia.
Una filia se considera como tal cuando es recurrente y central para la excitación.
II. ¿POR QUÉ A ALGUIEN LE PUEDE EXCITAR? — LA PSICOLOGÍA
Aquí no se trata solo de gases.
Se trata de significados.
🔥 1. Lo prohibido
Las flatulencias son socialmente reprimidas.
Romper esa norma en un contexto íntimo puede generar:
- adrenalina
- risa nerviosa
- morbo
- sensación de “esto no debería excitarme… pero lo hace”
El cerebro mezcla transgresión con placer.
🔥 2. Intimidad extrema
Dejar que alguien escuche u huela algo tan corporal implica:
- confianza
- vulnerabilidad
- cercanía absoluta
Para algunos, eso es profundamente erótico.
🔥 3. Humillación consensuada o control
En ciertos juegos de poder:
- uno emite
- el otro recibe
- observa
- tolera
- o incluso disfruta
Aquí la excitación no viene del gas, sino del rol psicológico.
🔥 4. Condicionamiento
Algunas personas asociaron:
- olor
- sonido
- risa
- vergüenza
- intimidad
con momentos de excitación temprana.
El cerebro aprendió esa asociación y la conserva.
III. ¿ES NORMAL? — LA RESPUESTA HONESTA
Desde la sexología moderna:
✔️ No es peligrosa por sí sola
✔️ No es una enfermedad mental
✔️ No implica daño si es consensuada
✔️ No necesita “curarse” si no genera malestar
Se vuelve problemática solo si:
- genera culpa intensa
- interfiere con la vida diaria
- se practica sin consentimiento
- sustituye por completo otras formas de intimidad sin acuerdo
IV. RIESGOS REALES — LA PARTE MÉDICA
Aquí va la información clara,
⚠️ ¿Hay riesgos al oler flatulencias?
En condiciones normales:
- El riesgo es bajo
- Las flatulencias están compuestas principalmente de:
- nitrógeno
- dióxido de carbono
- hidrógeno
- metano
Estos gases no son tóxicos en cantidades pequeñas.
❌ Posibles molestias
- náuseas
- dolor de cabeza leve
- incomodidad
- irritación si se hace de forma intensa o prolongada
❌ Cuándo NO es recomendable
- si la persona tiene infección gastrointestinal
- diarrea
- parásitos
- intolerancias severas
- enfermedades digestivas
En esos casos, pueden liberarse bacterias o compuestos irritantes.
⚠️ Riesgo de espacios cerrados
Nunca debe practicarse en lugares sin ventilación.
El oxígeno siempre debe circular.
V. ¿SE PUEDE PRACTICAR DE FORMA MÁS SEGURA?
Si dos adultos lo desean libremente, estas pautas reducen riesgos:
✔️ Consentimiento explícito
✔️ Comunicación previa (qué sí, qué no)
✔️ Espacios ventilados
✔️ Evitar contacto directo con mucosas
✔️ Detener si hay mareo o malestar
✔️ No normalizarlo sin hablarlo primero
El consentimiento es clave:
nunca debe imponerse como “broma” o sorpresa.
VI. EL TOQUE MORBOSO
Lo que excita no es el gas…
sino el momento:
- la risa contenida
- la vergüenza compartida
- la mirada que dice “¿en serio te gusta esto?”
- el silencio posterior
- la complicidad de hacer algo que no se presume
Es una filia que vive más en la mente que en el cuerpo.
VII. ¿DEBO DECÍRSELO A MI PAREJA?
Sí, pero cómo lo digas lo es todo.
No como exigencia.
No como sorpresa.
Sino como conversación:
“Hay algo que me causa curiosidad / excitación,
no espero que lo hagas,
solo quiero saber qué piensas.”
Aceptar un “no” también es parte del juego sano.
VIII. CONCLUSIÓN ELCHAC
La filia por las flatulencias existe.
No es común, pero tampoco es inexistente.
No es peligrosa por sí misma, pero requiere conciencia, respeto y consentimiento.
Como muchas fantasías:
- vive en el límite
- se alimenta del tabú
- se enciende en la intimidad
- y solo funciona cuando nadie sale incómodo ni dañado
El deseo humano es más amplio de lo que se presume.
Y entenderlo es siempre más sano que esconderlo.
