Salí de la oficina a las 7 de la noche, días muy pesados, la mayoría de los que viven en CDMX saben el infierno que puede ser, especialmente de 5 a 7 de la noche, la hora en que los oficinistas salimos de trabajar. Yo trabajo en un despacho de publicidad así que a veces son jornadas muy extensas. Comienzas a las 7 am y terminas a las 7pm. Como no quería pagar parquimetro ya que sabía que sería un día largo, decidí irme en transporte público, los que ya me han leído saben que para cada reto yo veo una ventaja y si iba a ir hasta la madre de lleno el metro al menos que me metieran una sobadita de huevos, no?

Me subí en mi estación de confianza: Zapata, decir que estaba hasta la madre seria un halago, había un vergo de gente, cosa muy buena para mí debido a que había más posibilidades para llegar cachondísimo a la oficina.

Espere un par de convoys hasta que llego uno en el que pude entrar. Ese día me tocaba presentación así que iba formal, pantalones de vestir azules, muy pegados, sin bóxer claro y con una camisa blanca igualmente pegada en la que se alcanzaban a ver mis pezones duros, (siempre los traigo duros) tenía 7 días que me había afeitado los pectorales así que los vellos que comenzaban a crecer se salían cada vez que estiraba las manos para agarrarme del techo, recuerden que mido aproximadamente 1.88 entonces es fácil levantar las manos y dejar que El Altísimo decida si me meten o no un dedo por el culo jaja, aunque la realidad es que debido a que estiró mucho los brazos y no llevo boxers el vello recortado de mi verga se asoma dándome una sensación de morbo que no se imaginan, me encanta que me toquen los vellos del pubis.

Desafortunadamente no pasó nada, solo un par de rozones tímidos! come on you guys, live a little bit. No Sean tímidos, aprietenla sin miedo que para eso es jajajaja además que a mí me excita muchísimo sentir la desesperación de mi putito por hacerme sentir placer y en el metro siempre es un lenguaje no verbal. Mientras más te la aprietan más les gusta, estan diciendo: pffff rey que rica esta, no te atrevas a bajarte en la siguiente estación.

Pero bueno, llegó Chapultepec y mi transcurso en el metro se acabó, había sudado un poco, como voy al gym en la mañana estaba muy fresco aún y solo sentía humedad en mis axilas y un poco al principio del culo que es donde tengo más vello.

Llegue ala oficina con una jornada laboral larga, un par de reuniones y traslados por la ciudad, ahora sí en taxi así que no sude extra. Dieron las 6 ya casi era hora de largarme, yo estaba jugando en grindr desde las 3 porque en el edificio donde trabajo el cual por cierto es muy famoso, puedes darte vuelo en varios baños. Pero otra vez nada, verga llena de precum y nadie que la mamara, aunque ya se alcanzaba a notar por la tela. Salí y decidí repetir la aventura, esta vez de Chapultepec a zapata, de nuevo el metro estaba a punto de explotar como mis huevos, iba a la mitad del vagón con la verga caliente la camisa ligeramente desfajada los pelos sudando y las axilas empapadas cuando de pronto siento como alguien va pegado a mi axila derecha, usualmente estas tan concentrado en que te agarren la verga que te olvidas de eso, iba tan lleno que no llamaba mucho la atención pero si lograba sentir como aspiraba con fuerza y se alcanzaba a oír un mínimo gemido, tanta gente y la comunicación se vuelve tan íntima.

Él era más bajo que yo aunque trabajado, sentía sus muslos musculosos tratar de abrirse espacio entre mis piernas, el vagón estaba tan lleno que nuestro incipiente vello facial no tardo en juntarse y ahí pude escuchar su gemido, el claro llamado de apareamiento de un putito que tiene tiempo sin comer. Me empecé a calentar, él también y me soltó una lamida en la axila, eso me volvió loco, yo llevaba 12 horas de estrés y calentura, todavía guardo esa camisa  y sin lavar, son mis medallas. jaja.

Llegó zapata y me di la vuelta, me agarro y se pego más a mi como si fuera a bajar y con una voz de putita suplicante me dijo: Por favor bajate en Coyoacan, mi novio no está.

Eso fue música para mi verga, y estaba como trompeta a punto de echar chorros así que no le dije nada, baje la mano y se la apreté. Llegamos a Coyoacan y los dos nos bajamos, lo ignore como 10 metros y cuando vi que él metro se había ido volteé. Traía la verga durísima y se notaba. Le pregunté su nombre y me respondió que se llamaba Edwin, me preguntó el mío: – Se lo dije pero agregé: para ti me llamó papi y siempre terminas con un por favor. Le solté una cachetadita leve para entrar en mood jaja y parece ser que le gusto porque se rio y  solo se chupo los labios, asintió como buen culito a punto de complacer a su macho.

-Vives muy lejos de aquí? Porque tampoco tengo tanto tiempo pero me calentó que me chuparas la axila.

-Vivimos a dos cuadras, vivo con mi novio pero cada semana viaja por trabajo

-Y siempre que se va te pones en brama o así de caliente eres siempre.

-Solo cuando huelo un macho que me quiero comer, si así te huelen las axilas no me imagino ese vello que logré rosar (les digo que no traer bóxer siempre funciona jajajaja)

Llegamos a su casa o bueno la del novio en menos de 10 minutos. Depa padre, al parecer el novio era el dueño desde hace años, era médico y tenían muchísimas fotos juntos, estos putos estaban casados, eso me calentó más, irte de viaje y que no te imagines que tu cabrón va a meter a un desconocido para cogerselo en la mesa donde desayunan me puso ufff, pero ahorita llegamos a eso.

Entró y yo cerré la puerta tras de mi, quedamos a oscuras, se volteo y me iba a preguntar si quería o necesitaba algo, en ese momento le di una bofetada mucho más fuerte mientras avente mis cosas a un sillón cercano y me abrí el cinturón, solo lo solté, no me lo quite.

Noté como se sorprendió y le dije: Que? No era lo que querías putito? O quieres que te cuchare? jajaja

Le agarre los cabellos lo voltee, me intento besar y le escupí en la cara, note su sorpresa pero también su excitación. No le solté el cabello y mientras avanzabamos me quite los zapatos, quedé en calcetas, pantalón de vestir y la camisa. Me senté en medio de la gran mesa que había ahí, para ese momento ya me había quitado el pantalón y mis huevos reposaban sobre el mármol, solo tenía la camisa abierta hasta medio pecho y la erección se asomaba entre los botones. Se hinco a mamar le prohibí levantarse y cuando estaba más entrado en mamarme los huevos, me incliné para atrás para que pudiera tragarse los pelos que están atrás del mis huevos. Tenía ganas de mamarme el culo, le ordene seguir con mis huevos y cuando estaba a punto de ponerse de pie para besarme le puse el pie izquierdo en la boca y lo avente al piso. Se pego bastante fuerte en las nalgas y se trató de incorporar para lamerme los pies, le di chance unos minutos. Me encanta dominar, hasta que lo volví a empujar y le dije: lavate el culo, tienes 5 minutos o me voy.

No le tuve que decir dos veces, se echo a correr y solo le grite: que quede impecable putito o te despides de esta verga. Me levante y encontré un par de cosas interesantes en la mesa. La despeje y le grite: Dónde está el lubricante? me respondió: Mesa de la izquierda en la recamara, entre y ahí estaba la cama que compartía con su novio, me sentí un poco nostálgico por recordar la vida que algún día tuve pero no vale la pena quedarse estacionado en la nostalgia. El novio era muy atractivo y al parecer un clásico oso que usa lentes y está mamado pero se comporta como monaguillo virgen jaja

Encontré el lubricante, un par de condones y una cosa más que decidí llevarme de sorpresa. El lubricante y los condones estaban en el closet, se veía la diferencia entre la ropa de papá oso y su noviecito puto. La ropa interior de papá oso era más grande y aún se veían algunos vellos pegados a ella, así que obviamente era muy peludo y le apretaba muchísimo.

Tomé los condones, el lubricante y me fui. Todo estaba en silencio y obscuro.

Edwin que desde ahora llamaremos: La perra. Me vio sentado en la sala con la poca luz que se alcanzaba a ver, le dije:

Qué me ves puto? Y se puso en 4 inmediatamente, me paré, la Luz del pasillo me iluminó y ahí estaba, el regalito que me había llevado del closet, traía puestos los calzones de Papa Oso, se quedó con la boca abierta y mi primer instinto fue escupirle en la cara. Estaba completamente desnudo como la perra sin lealtad que era, se acercó hincado mientras gemía, se notaba que le encantaba que me hubiera animado a ponerme la ropa interior de su novio.

Lo levante de las greñas y lo avente a la mesa, puse el lubricante y los condondes junto a él; trato de tocarse la verga y le di un manotazo en los huevos, gritó, se iba a quejar y le metí tres dedos en la boca, estaba listo par abusar de esta putita infiel.

“Agarrate la piernas, si te tocas la verga te parto la madre.” Fue todo lo que le dije, él gemía con mis dedos aun en su boca, se tomo las piernas exponiendo su culo, sin un solo vello, me pregunte cuántas veces Papá Oso se habría vaciado adentro de esa puta y eso me puso como loco. Empece a mamarle el culo, tratando de llegar muy adentro a ver si de casualidad encontraba un poquito de la leche del macho que dormía con esta perra. Se había lavado perfecto el culo, empece a dilatarlo, a imaginarme como era la verga de su novio, dos, tres dedos. La perra lo pedía a gritos, estaba resbalando sobre la mesa donde tantas veces cenaron juntos. empece a nalguearlo, a castigarlo, me saque la verga por un lado del brief  y empecé a pasársela por la entrada a la perra. Me trataba de jalar de las nalgas para que lo penetrara así que le di una bofetada que seguramente se iba a quedar marcada, a ver como lo explicaba.

-Listo?

-Listo capitan, metemela ya, dame de comer y rompeme el coño, cogeme como se debe.

Eso me hizo encabronar, estaba sintiendo una rara atracción por su novio, las fotos estaban por todos lados y se veía que ese oso sabia como llenar a esta perra, pero al parecer necesitaba más. Así que yo se lo iba a dar, estire la mano muy rápido, pensó que le iba a dar otro madrazo pero lo que hice fue alcanzar un pepino que había al centro de la mesa junto con más vegetales. Me dijo: No, no, no, eso no me va a caber. Ahora sí le di el madrazo y le dije: Te callas o te meto dos.

Le puse el condón al pepino y le metí la tapa del lubricante por el culo, apreté bastante, seguro sitio frías las entrañas, comencé a recargar el pepino, parecía que la perrita estaba a punto de llorar, así que le apreté los huevos: Hoy no tienes verga, eres puro culo, le dije.  Quería bajarle la erección pero el puto estaba durísimo. Con movimiento de vaivén y escupidas en la cara, logre hacer que el pepino comenzara a romper su primer barrera. La perra gritaba y me pedía que parara, pero se comenzó a mover, y para mi eso es un “dame más duro papi”, saqué el pepino y le puse la cabeza de mi verga, gimió de placer y me volvió a jalar de las nalgas, me hice para atrás, me quite los briefs del novio y se los metí en la boca.

Estaba rojísimo sudando a madres y mis axilas olían delicioso, me empine para que las mamara, mientras volvía a introducir el pepino a su recto, después de unos minutos lo logre y estaba mas de la mitad adentro, lo solté y la puta lo movía sola con el culo.

-No que no te iba a caber?

-Dame más, por favor, nunca me lleno.

Yo estaba a punto de venirme, super caliente, enamorándome del novio que no estaba, caliente por la puta acostada en la mesa goteando lubricante por el ano, así que sin pensarlo dos veces le saque el pepino de un putazo y le clave mi verga de otro. Grito, yo creo que sus vecinos le valían verga y a mi el doble jaja, lo bombee y le metí los dedos en la boca, me subí a la mesa también y empezó a mamar mis axilas y morderme los pezones.

Agarrate las patas- le dije, las estiro y las abrio más, yo veía su culo rojo, roto, mañana le iba a doler pero hoy se iba a aguantar. Empuje hasta el fondo y sentí como mis huevos se empezaron a vaciar, lo estaba llenando de mi leche, lo iba a dejar inundado, cuando su novio le metiera la verga todavía iba a encontrar rastros de la leche que yo le estaba dejando a su puta. Él se empezó a jalar la verga y se vino mientras aun la tenia adentro, sentí como me exprimió cada gota, parecía que se le iban a ir mis huevos.

Me caí sobre él, la mesa estaba llena de semen, el pepino en el piso y lubricante por todos lados. me pare y comencé a ponerme el pantalón azul ajustado de vestir, sabiendo bien que lo estaba llenando de culo y semen, no me importo, el estaba abierto de patas aun en la mesa, se estaba tocando el culo y yo me estaba volviendo a calentar. Cuando me empece a abotonar la camisa sonaron unas llaves, alguien estaba entrando, este wey se puso pálido, se le fue lo rojo hasta del culo.

Apenas eran las 9 de la noche. Yo llegué  a mi casa a las 4 am, imagínense.

Esperen el siguiente relato para saber que paso, pero les puedo decir que sin duda ayude a fortalecer esa relación jajaja o al menos a calcificar, aunque sí hubo madrazos, pero bueno ya será para la próxima.

No se olviden de mandarme las fotos de sus pitos y síganme en mi twitter @Le_Diable_Mx

Camara perros!

Por ElChac