«Me dijo que lo amarrara y que no hiciera caso si lo veía sufrir, que yo siguiera y siguiera hasta saciarme, que yo era libre de hacer con él lo que quisiera, en un principio no quería pero ya en el momento me excitó mucho saber que podía hacer de todo, de forzarlo, obligarlo, tenerlo a mi disposición aunque le duela, de verlo sufrir y con permiso»  – Así me platicó un amigo como fue su primer experiencia gay, el ocupaba lana y un gay de la cuadra de donde vive le ofreció esa «oferta»,… me dice: «Además me pagaría, la neta en lo que pensaba era en los mil que me daría y ni siquiera en que era un hombre al que me iba a coger»… Cada quien es dueño de su cuerpo y responsable de sus acciones, sin embargo, hay pasivos que caen en la emoción de hacer cada vez mas fuerte el acto sexual y buscan nuevas experiencias en donde ya ponen en peligro su integridad física, no sabemos a que grado vaya a llegar la situación cuando «damos permiso» a otro de hacer con nuestro cuerpo lo que quiera y menos bajo el influjo de drogas, mi compa continuo contándome… «estoy espantado, la segunda vez que me lo cogí casi lo ahorco, me dijo que se la metiera por el hocico como si lo estuviera cogiendo y que no parara, lo amarre de las manos y los pies, vi como se retorcía y lloraba pero yo seguía, no sabía si realmente estaba sufriendo, pero yo disfrutaba de poca madre, hasta que vi que se puso muy rojo, sus ojos se blanqueaban y empezó a temblar como convulsiones y saque mi verga y empezó a recibir de nuevo aire, me espanté y lo desamarre y sabes que me dijo? ‘Que chingo estuvo eso!!’, lo peor de todo es que me esta gustando hacerlo y ya no pienso en solo hacerlo a él si no que a veces veo a algún otro morrito y tengo ganas de cogérmelo a la fuerza»… Y le pregunté que hubiera pasado si se hubiera ahogado, que hubiera pasado si el seguía cogiendo por el hocico y no hiciera caso a lo que le estaba sucediendo al otro y no supo que responder al grado de decir «pues ahí lo dejo y me voy». Como activos hay que tener cuidado hasta donde podemos llegar sin importar que «tengamos permiso» puesto que al final es un delito. No digo que dejemos de disfrutar, que yo sea un santurrón, pero quiza lo mas importante para seguir disfrutando sabroso es la comunicación y el cuidado entre los que estan en el sexo. ¿tú que hubieras hecho?

Por ElChac