Desde que lo vi por primera vez me llamó la atención, ya que esos lentes hacían que se pareciera a Superman de Smallville, serie de tv de aquellos tiempos.

Así que solo sabía que era el chico de prácticas profesionales, que asistía a la oficina por la mañana. Durante un tiempo me lo topaba de vez en cuando y me daba mi taco de ojo, pues además de que me atraía, siempre iba de camisa o playera polo desabotonada dejando ver su pelo en pecho, ufff! Algo que para mí es excitante.

Pero de pronto ya lo comencé a ver por las tardes en el comedor de la chamba, así que un día no habiendo otro lugar donde sentarme más que en su mesa, le dije que si podía acompañarlo y él accedió.

Ese día supe que se llamaba Sergio, que ya iba por las tardes a sus prácticas y que le gustaba chelear los fines de semana.

Con el paso del tiempo empezamos a convivir y a tenernos confianza, situación que nos llevó a salir con los compañeros a bailar.

Ese día en el antro, yo aprovechaba las oportunidades cada que iba a miar para poder ver de reojo su verga y constatar que ese bultote que se le veía cada que iba de jeans no era ilusión óptica.

Y vaya que no era, pues como es de los weyes que se desabrocha el pantalón para sacársela y poder orinar, pude ver casi por completo su pitote y bolas peludas. Además de que cuando se la sacude parece que se la chaqueteaba.

Así me la pasé toda la noche, hasta aquel momento en que me dijo que ya estaba bien pedo, además de que era tarde para irse a su casa y si le podía dar posada por esa noche.

Yo le dije que sí, que no se preocupara, ya al otro día se iba temprano, que mientras siguiéramos en el desmadre.

Llegamos a casa, nos dirigimos a mi cuarto, no sin antes indicarle donde estaba el baño. Ambos nos recostamos en la cama, sin desvestirnos sólo nos quitamos los zapatos y nos aflojamos el cinturón del pantalón para estar cómodos.

De lo pedo que iba me quedé dormido, por lo que no me di cuenta cuando Serch se levantó; sin embargo al acomodarme me percato de que no estaba así que me levanto para ver si estaba en el baño.

Efectivamente ahí estaba  dormido sentado en la taza de baño, le comencé a hablar para que despertara, pero no lo logré, así que como pude lo levanté y le subí el pantalón y los calzones.

Yo estaba nervioso, ya que estaba frente a lo que toda la noche quise no sólo ver sino tocar y mamar: su vergota, así como acariciar esas piernas peludas que tenía.

Sin embargo me aguanté las ganas y con mucho cuidado lo vestí y lo llevé de nuevo a la cama a recostar, no quise aprovecharme de ese momento a pesar de que al ver su paquetote yo traía la verga bien dura y de tanto lubricar hasta el calzón se me mojó.

Así que de nuevo ambos nos recostamos, para jetear, pero mi calentura me llevó a tocarle, en varias ocasiones,  la verga y huevos sobre el pantalón al Serch, además de acariciar su abdomen velludo, mientras él dormía.

Y de pronto, oh sorpresa, tomó mi mano y la llevó a que le acariciara la verga, la cual ya estaba de fuera, pues ya se había desabotonado el pantalón, bajado los calzones y subido la playera para poder acariciarlo mejor.

Yo no sólo hice eso sino que me metí entre la cobija y me bajé para chupársela y tocar ese paquete que toda la noche deseé tener entre mis manos y boca.

Por fin comencé a mamar esa  verga semigruesa, morena, grande, curveada de la punta como garfio al tiempo que jugaba con esas bolas medianas pero redondas, pero para hacerlo mejor tomé su pantalón y calzón y los baje hasta los tobillos.

Ya sin ningún obstáculo se la chupé como si fuera paleta, la lamía de abajo a arriba, hasta llegar a la cabeza la cual ponía entre mis labios y con la lengua la chupaba.

Él de pronto me tomó de la cabeza a fin de que me la comiera toda hasta que me quitaba porque sentía ahogarme de lo grande de su verga.

Así estuvimos un rato, mientras con una mano acariciaba su pelo en pecho y esas piernas peludas algo que para mí es muy excitante.

De pronto comencé a jalársela y a mamarla para que ya se viniera, pues ya quería probar esa leche, que cuando salió ni me percaté hasta que la sentí en la cara, por lo que inmediatamente puse la boca para que ahí cayera ese chorro que salía con fuerza y en abundancia.

Mientras él sólo emitía pequeños gemidos de placer y empujaba las caderas para que no dejara de mamársela hasta la última gota.

Ya Serch deslechado, yo me acomodé de nuevo en la cama con la intención de jalármela, cuando de pronto él mete la mano por la bragueta de mi pantalón y me saca la verga para comenzar a chaquetearla y jugar con mis huevos.

Al ver esa acción, yo empecé a acariciar su pecho peludo, a tocarle las tetillas, lo que provocó que me la jalara más rápido hasta que me vine en su mano.

Él se quedó con su mano toda mequiada en mi verga y yo con la mía en su pecho velludo hasta que el sueño nos venció de nuevo.

Horas más tarde nos levantamos, él se fue al baño a limpiar, a orinar y arreglarse para irse, mientras yo estaba preocupado por lo que podría decirme de lo que había sucedido.

Salimos de la casa y lo acompañe a que tomara su micro, durante el trayecto no nos dijimos nada, al ver que ya estaba por llegar el micro me dijo:

La pasé muy bien. Me gustó la experiencia que tanto había querido probar, pero esta será la última vez que hago algo así.

Se subió y se fue. Yo me fui muy apenado a casa, sin saber que tan rápido faltaría a su palabra. Esa será otra aventura.

Aventuras de Lederrier

Tumblr: Lederrier1

 




Por ElChac