Un día común me encontraba caminando sobre avenida Cuauhtémoc a la altura de la Colonia Narvarte, me dirigía hacia el sur a casa de un compañero de la universidad.
Sobre esta avenida se puede encontrar una clínica donde se dan servicios médicos de especialidad.
Voy a omitir los datos de esta clínica y del cooprotagonista de mi historia que es un reconocido medico que labora ahí.
Eran como las 8:00 de la mañana mientras caminaba, cuando lo vi a lo lejos aquel hombre maduro, rubio, canoso, alto, cuerpo delgado, ademas con su uniforme quirúrgico me pareció mas irresistible.
Noté como se fijaba en mí, cosa que me halagó
Empezó a pasearse de un lado a otro mientras fumaba un cigarrillo y cada vez que coincidía conmigo me miraba primero abajo y luego directamente a la cara.
Casualmente también llevaba mi uniforme blanco, yo me sentía muy atractivo,
Note como le gustaba mi look clínico así que una de las veces que me miró, le sonreí discretamente y él me respondió de la misma manera.
Cada vez que se cruzaba conmigo, nos mirábamos y nos sonreiamos de forma muy cuidadosa, como si no quisiéramos que nadie se enterara de lo que estábamos haciendo.
Total que me decidí a hablarle, Para marcarle un poco las distancias, me dirigí de usted a él y entablar un tema relacionado con la medicina .
Le pregunte si el había servicio de urgencias en la clínica
(que pregunta tan mas tonta).
Él me contestó de forma muy cordial y segura, cosa que me gustó. Su voz era muy varonil y transmitía una energía fuerte y envolvente.
Tengo que decir que se generó una complicidad bastante buena entre nosotros. Tenía una conversación interesante y cada vez me parecía más atractivo.
Uno siente siempre ese momento o instante cuando hay algo dentro de ti que te dice que acabaras cogiendo con él.
A cada palabra se nos escapaban las manos, yo le tocaba los hombros y él me tocaba la espalda.
Estaba claro que el juego de seducción estaba en plena ebullición.
Total … me invito a pasar a la clínica y nos dirigimos a su consultorio
De repente, el ‘madurito’ se acerco sobre mí y me intentó dar un beso.
No se lo iba a poner tan fácil, así que le retiré la cara. Le miré con cara retadora y él se rió.
Continuó besándome por el cuello suavemente y eso sí que me estaba gustando.
Mis defensas se bajaron y me dejé llevar. Tenía todo el cuerpo erizado y acabamos dándonos un buen faje.
Él se bajó sus pantalones, me agachó la cabeza y me obligó hacerle una mamada… en el culo!
La idea podía parecer un poco humillante pero me encantaba todo lo que estaba ocurriendo.
Su miembro estaba duro y era bastante grande.
Mientras me deleitaba con ese pedazo de falo, él me bajó la cremallera del pantalón me saco la verga y empezó a masturbarme.
Estaba demasiado perdido para dar vuelta atrás a lo que pasaría.
Nos acostamos en el sillón de exploración
Coloque una almohada debajo, separe mucho mas su piernas, escupí mi verga, y lo coloque a la puerta de lo que sería nuestro placer.
Empecé a presionar en su ano, ya con la verga ensalivada lentamente lo penetre, su cuerpo se tenso y cerró los ojos, arrugando la cara.
-No puedo, me duele
-Tranquilo que ya te dejará de doler, aguanta.
-¡AYYY !
-¡aguántate!
El doctor besaba bien aunque estaba tenso y la presión en mi verga me hacia notarlo más, ese beso fue maravilloso y así estuvimos un buen rato jugando con nuestras lenguas mientras lo penetraba.
Me puse en pie de guerra y agarre sus tobillos, dejando ese hueco a mi disposición. Saque lentamente la mitad y la volví a meter, repitiendo la acción una y otras vez
Que rico sentir como las paredes aprietan mi miembro
-Que caliente tienes ese culo doc, así es como te quería ver, atravesado por mi -Le decía cuando poco a poco su cara de dolor se iba transformando en un hibrido con el placer que le estaba dando desde hace un buen tiempo.
Mis embestidas seguían lentas pero ya metía y sacaba casi toda mi verga con un ritmo lento, ya que ese culito estaba demasiado ajustado para mi y debía adecuarlo a punta de vergazos.
-Métela y no me la saques-Susurró.
El ritmo era bestial y ya lo sentía abierto para mí, me levante y poniéndome detrás de él con mis piernas separadas como si estuviera montando un caballo, lo embestí con toda mis ganas.
Entraba todita mi verga y me sentía más dominante sobre el.
No pude mas , me vine dentro de el…