Era la tercera vez que pasaba a la misma hora por esa escuela, tenía ganas de ver a un chavito que un día sin más ni más me sonrió, traía pants blanco con el logo de su secundaría, tenía un aspecto simpático, galancito el morro, ese día que lo vi, yo iba en la moto y el acompañado de dos niñas que se notaba le coqueteaban al morrito, era un galán el cabron, desde ese día hasta me la jalaba pensando en él, me excitó el morro, y vieran que a mí no me gustan tan chavitos, pero ese wey tenía un no sé que, que me provocaba interés, de esos morritos ya más desarrollados, además, empecé a sentir el placer de gozar unas nalgas que por primera vez les entrara una verga, fantaseaba con ese momento y me tocó la suerte de nuevo!!, en mero 31 de octubre, aproveche que descansaba en la chamba y me fui a correr un rato en frente de esa secundaría, ahí hay unas escaleras muy famosas por los compas que gustan de ejercitarse y uno sube y baja, aprovecha el aire limpio y el paisaje de la ciudad, de repente vi que empezaron a salir de la escuela los morritos, andaban disfrazados, celebrando lo de día de muertos y halloween, y me detuve un rato a ver, aunque no creía que lo fuera a reconocer si anduviera también pintado de la cara y que voy viendo a una de las chavitas que lo acompañaban ese día y en seguida salió él, traía solo la mitad de la cara pintada, pero lo reconocí en cuanto lo vi, ese cuerpecito sabroso, tierno, un morro galán de secundaria jaja, me subí a la moto y di una vuelta con la intención de pasar frente a él y cuando llegue por donde estaban, me detuve, él paso con las niñas abrazado, coqueteando, jugando, manoseándolas el cabrón y creí que no me había visto, cuando avanzó voltee a verle las nalgas, traía un pantalón de mezclilla ajustado, se le veían unas ricas nalgotas al cabrón, me espere para seguirlo viendo hasta que se perdiera, pero en la esquina el compita se despidió de las niñas que lo acompañaban, ellas siguieron avanzando y él volteo y yo me puse bien pinche nervioso como si fuera la primera vez que ligaba con un cabrón jaja, el morrito llegó a donde estaba yo y me dice «dame una vuelta en la moto» y yo «va!!, súbete»

Nos fuimos hasta arriba de las escaleras en donde hay un mirador, ahí me detuve y nos bajamos, nos sentamos a ver el paisaje, le pregunté qué cuantos años tenía y me dijo el muy wey «¿eso que importa?», yo me reí, le pregunte porque ya más de cerca lo vi bien morrito y me dice «tengo 16», le dije estas morrito y se río, seguimos platicando y el wey aprovecho para prepararse un cigarro, saco su papelito de arroz y empezó a machacar para armarlo y me dice «vámonos más lejos, me gusta sentir el aire en la moto» y yo encantado jaja, pasamos a la casa por otro casco y le dije que fuéramos a unas cascadas que estaban más arriba, allá por San Miguel del Monte y me dijo que sí, cuando íbamos en camino entramos a terracería, bajamos la velocidad y el morrito puso su mano en mi abdomen, me excito fregón, la bajo hasta llegar a mi pito y le dio un apretón, ese cabrón me paro la verga con solo manosearla un segundo jaja, llegamos a las cascadas y no había nadie, pues era lunes aunque era puente en la chamba, como que a nadie se le ocurrió ir para allá, nos bajamos, me quite el casco y la chamarra y el morrito se acercó y me alzó la playera, me mordió fuerte el abdomen el cabrón y lo hice hacia atrás y le dije «me toca» jaja, se fue corriendo el wey y ahí voy yo a alcanzarlo, nos pusimos a jugar yo como un pinche mocoso jaja, yo de 27 y el de 16, sin querer estábamos jugando algo violento, yo lo mordía y el también a mí, en una de esas que lo iba persiguiendo, cayó boca abajo y lo agarre de las nalgas, le mordí una por encima del pantalón y voltea y me dice «así no estamos jugando», creí que se había molestado pero me dice «es por debajo de la ropa» y pa’ pronto que le desabrocho el cinturón y le baje el pantalón y los calzones, y que me voy encontrando con unas ricas nalgas!!! bien redonditas, lisitas, casi lampiñas, suaves!!! ahh!! de recordar se me para la verga!!, las admire, las acaricie y le dije «no mames están mejor que como me las imaginaba» y dice el wey «estoy esperando mi mordida» jaja, en serio que no podía mordérselas, era como tener entre las manos «algo» exageradamente rico, excitante!!, les di un beso a cada una y dice «no mames, muérdelas!!» fue la primera vez que sentí que al compita le gustaba el dolor, se la mordí y me acaricio el wey mi cabeza y grito el cabrón y dijo «ahhh, muérdelas más!!»,

le mordí la otra, lo levante un poco para bajarle más el pantalón, le abrí las nalgas, para admirar ese culo!!, metí mi lengua lo más que pude y el morrito las movía bien sabroso!!, es difícil describir lo excitante de ese momento compas!!, el compa me decía «muérdemelas!!»,  yo traía ya bien dura la verga y tenía ganas de metérsela, y hacía todo lo que él me decía, le mordí las nalgas, la espalda, el cuello y el gozaba, me la saque y me puse encima de él, le bese el cuello y con las manos le abrí las nalgas para ponerle por encima mi pito y cuando lo sintió me dijo «no, eso aún no», le seguí besando el cuerpo y en eso se paró y se subió el pantalón!! y me dice «nunca había estado con otro cabrón y no sé qué hacer», le dije que no se preocupara, aunque por dentro me estaba muriendo por encajársela al wey, me abrazó y le respondí, yo estaba bien pinche caliente, pero de repente lo vi tierno al wey, sensible, hasta me sentí mal, jaja, nos sentamos un rato frente a la cascada y fue y se sentó delante de mí, entre mis piernas, le dije «me excita ver que eres un morro cabrón ante los demás y tenerte aquí, ahora, conmigo, abrazado y me dijo «quiero sentir dolor», le dije que que pedo, que a que se refería, y dijo «si he de coger con un cabrón quiero que me provoque dolor, que sea fuerte, sangrar, sentir», me quede pasmado con ese cabroncito, me reí y me dice «es en serio, quiero que me cojas cabron, que me la metas con fuerza, quiero sentir!», que tal el cabroncito?!!, y yo que traía en mente hacerlo sentir bien, que disfrutara el momento, me encantaba el cabrón desde que lo vi la primera vez con su pants blanco y jugando con las morritas,… y me apretó el pito el wey por encima del pantalón y me dice «¿te faltan huevos para cogerme?», y me apretaba más y le quite la mano, le alce la playera, le mordí las tetillas y el wey abrazo mi cabeza y gemía rico, era un morrito, tiernito el cabrón!!, me decía «muerde más fuerte!», yo me estaba excitando de a madres, pero a la vez como que no me gustaba provocarle dolor, y vieran que soñé tanto con cogerlo a la fuerza al cabrón y ahora que me lo pedía yo no accedía al 100, sintió el morrito que yo me estaba apagando y me volvió agarrar el pito, y me dijo «pinche joto» jajaja, le agarre la mano al wey y se la metí por debajo de mi pantalón y le dije «agárralo bien cabrón», quería sacar su mano y no lo deje, era como una combinación de pinche mocoso bravo y a la vez miedoso, lo agarre de los hombros y lo empuje hacia abajo, le dije «mámala cabrón» y dijo «no, eso no me gusta», sacó su mano de mi pantalón, yo saque mi verga, intentó pararse y no lo deje, cayó al suelo y me puse encima de él,

me senté en su pecho, le puse mi verga en la cara y dije «ahora quien es el pinche rajón??» y se la acerque a la boca, yo la traía bien dura, abrió la boca y se la ensarte, quería quitarse pero sus manos estaban debajo de mis rodillas y no podía, agarre su cabeza y se la ensarte hasta el fondo, el wey sentía que se ahogaba y yo estaba bien perro caliente, de pronto se quiso zafar y el wey se dio la vuelta y quedo boca abajo, le agarre las manos, las dos juntas y se  las hice para arriba, le baje el pantalón como pude con todo y calzón, esas nalgas me provocaban fregón, se la encaje al wey y el gritaba, decía que la sacara, que le dolía y yo no podía, yo estaba más pinche caliente que nada, le daba más y más fuerte, sentía mi verga bien dura, y veía al morrito tiernito y me excitaba más cabrón, le mordí la espalda, el wey gritaba, pero apretaba tan rico el culo que me volví loco, y se la encajaba más y más fuerte, ahora era yo el que sentía placer al verlo sufrir, el wey gritaba y sus movimientos hacían que sintiera más apretadito ese culo y me vine!!!, lo disfrute sabroso!!, me vine tan rico que se la encaje más hasta sentir que ya no me salían mecos, el wey relajo la fuerza de sus manos, ya no intentaba zafarse, pero estaba chillando, yo estaba descontrolado, aun cuando ya terminé se la encaje más, pero el ya no opuso resistencia, me pare y él se quedó en el suelo chillando, le dije «¿era lo que querías wey?» y me dijo «eres un pendejo» y seguía chillando el morrito, acostado quiso subirse los pantalones y vi que se le asomó una navaja de entre sus bolsas, yo ya estaba vestido y me acosté encima de él y agarre la navaja y me la guarde, el morro seguía chillando y le dije «ya relájate cabrón, perdón» y me dijo «chinga tu madre» jajaja, se movía para que me quitara de encima de él y me acosté totalmente encima y le agarre las manos, le dije «me gustas un chingo» y me apretó las manos y se calmó de chillar, cuando vi que se relajó le dije «vamos a comer» y dijo que si con la cabeza, cuando estábamos comiendo le dije «¿qué pedo se te dañaron las cuerdas bucales en la cogida o qué?» jaja y me volvió a pendejear jaja le dije «ah ya habla de nuevo el morrito!!» y sonreía el wey, me dice «te pasaste de verga», le dije «tu querías eso» y dijo el wey «simón, me gustó» jajajaja

Así los morros de ahora compas!! jaja

Los amo!!

Por ElChac

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