Siempre he tenido una atracción por los hombres casados, y en esa ocasión caminando por las calles del Centro de la Ciudad me encontré con uno que cuidada a su hija pequeña… vendía maletas en esas plazas comerciales y al pasar que me dice “pásele joven, le damos precio”. Al momento de decirlo lo miré de reojo y me di cuenta que era medio chacalón pero muy atractivo y me detuve sólo por hacerle plática le dije, “pues no está lo que busco” y lo miré discretamente al bulto que se veía bastante prometedor entre sus pantalones ajustados. El sonrió y me contestó “pues se lo conseguimos, ¿de qué tamaño la buscaba?” Me quedé perplejo porque al mismo tiempo se agarraba el bulto descaradamente. Sin decir nada me siguió diciendo, “si no le agrada, le llamo a mi brother, el tiene más grandes, usted dígame” Nunca imaginé que el hermano sería idéntico a él, de esos hombres que no son de gimnasio pero que muestran un cuerpo bastante bien formado y unas nalgas muy redonditas. Algo le comentó que se me acercó el hermano y me dijo “si no está a la vista lo que busca, en bodega tenemos más, ¿Quiere ir a verlas?” Yo no sabía que hacer en ese momento, porque todo parecía normal en una plática de compra venta de maletas, pero era arriesgarse, así que le dije “pues va… espero que tengas alguna que me guste” y me contestó “¡hasta dos…!” a lo que respondí “¿a poco si muy surtido?” y el diciendo, “venga, le muestro y ya usted dirá”.

Lo seguí al interior de la plaza comercial y el casado (que se llama César) nos seguía después de que le encargó la hija a la esposa que se quedó en el puesto de maletas; abrieron una pequeña bodega, entramos y entrecerraron la puerta y me dijeron “¿ve algo que le agrade?” En ese momento los dos estaban juntos cerca de la entrada y dije “pues sí, veo dos grandes, pero no sé… estoy indeciso…” obvio me refería a sus vergas que se les notaban bastante bien sobre sus pantalones y que yo observaba ya de manera directa y que además ellos no dejaban de tocarse. César le dice en ese momento a su hermano Julio “échame aguas con mi ñora” y cerraron bien la puerta para inmediatamente sacarse la verga que se encontraba medio erecta y me dice “¿qué, no le gusta? Si no le gusta está la de mi brother” y diciendo esto Julio se sacó la suya. Yo no supe que hacer, ¡dos hermanos casi idénticos y mostrándome sus vergas!

Me hinqué en ese momento y les di una mamada a las dos juntas ¡qué delicia! Pero al mismo tiempo la adrenalina de saber que en cualquier momento podrían tocar o llegar la esposa, así que después de una breve mamada a ambas vergas juntas, César me preguntó “¿quiere verga?” generalmente soy activo, pero no iba a desaprovechar esa oportunidad, así que, aún con ambas vergas en la boca asentí y la sacó, así que se la seguí mamando a Julio mientras César se preparaba para meterme su descomunal miembro que me dolió un chingo cuando entró, pero que resultó ser un cabrón porque el dolor pasó rápido para llegar la sensación de placer. Yo no podía creer todavía que estuviese con dos hermanos, y que los tuviera penetrándome al mismo tiempo. De poco, intercambiaron lugares y ahora le tocó a Julio penetrarme mientras César me la daba a mamar (ya se había quitado el condón). El hermano resultó mas rudo para coger, así que sentí que yo me corría en ese momento y me dijeron, “aguante, aguante…” no sabía que iban a hacer… y resultó que Julio y César me la metieron de nuevo juntos por la boca y terminaron al mismo tiempo, dándome su semen que me supo a gloria.

Después de que terminamos nos acomodamos la ropa rápido (ellos ni el pantalón se bajaron) y salimos como si nada, y el casado le dijo a la esposa, “pues si le gustaron dos, pero que regresa luego por ellas…” y terminó casi gritándome en la calle “aquí lo esperamos joven, ya sabe dónde es”

Obvio que regresé, pero eso se los cuento después…

Esteban Carbajal

Twitter: @Gray_wolf_72

 




 

Por ElChac